La tarta de queso japonesa es famosa por su textura ligera, esponjosa y aireada, que se diferencia notablemente de las tradicionales tartas de queso occidentales. Con un sabor suave y una textura similar a la de un soufflé, esta delicia se derrite en la boca, ofreciendo una experiencia dulce y sutil que es difícil de resistir. Este postre se ha convertido en un clásico en Japón y, gracias a su popularidad, se ha extendido por todo el mundo.
Historia de la Tarta de Queso Japonesa
La tarta de queso japonesa, también conocida como “Japanese Cotton Cheesecake” o “Soufflé Cheesecake”, se originó en la década de 1960 en Japón. Inspirada en las tartas de queso al estilo europeo, la versión japonesa incorporó técnicas de repostería francesa, como batir claras de huevo para crear una textura liviana y aireada. Esta adaptación se convirtió rápidamente en un favorito en Japón y ha ganado popularidad internacional por su delicadeza y sencillez.
Ingredientes para la Tarta de Queso Japonesa
Para una tarta de 8 porciones, necesitarás:
- 250 g (8,8 oz) de queso crema, ablandado
- 50 g (1,8 oz) de mantequilla sin sal, ablandada
- 100 ml (3,4 fl oz) de leche
- 60 g (2,1 oz) de harina común
- 20 g (0,7 oz) de maicena
- 6 huevos grandes, separados en yemas y claras
- 140 g (4,9 oz) de azúcar granulada
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 cucharada de jugo de limón
- 1/4 cucharadita de cremor tártaro
Instrucciones Paso a Paso para Preparar la Tarta de Queso Japonesa
1. Precalentar el Horno y Preparar el Molde
Precalienta el horno a 160 °C (320 °F). Forra el fondo de un molde para pastel redondo de 8 pulgadas (20 cm) con papel pergamino. Engrasa los lados del molde y cúbrelos también con papel pergamino, dejando que el papel se extienda por encima de los bordes del molde para facilitar la extracción de la tarta después de hornear.
2. Preparar la Mezcla de Queso
En un recipiente resistente al calor, combina el queso crema, la mantequilla y la leche. Derrite los ingredientes a baño María, revolviendo continuamente hasta obtener una mezcla suave y homogénea. Retira del fuego y deja enfriar ligeramente antes de continuar con los siguientes pasos.
3. Mezclar los Ingredientes Secos
Tamiza la harina y la maicena directamente en la mezcla de queso enfriada. Remueve con una espátula o batidor hasta que todos los ingredientes estén bien integrados, asegurándote de que no queden grumos.
4. Añadir las Yemas de Huevo
Incorpora las yemas de huevo, el extracto de vainilla y el jugo de limón a la mezcla de queso. Remueve con suavidad hasta que la masa esté completamente homogénea. Este paso es clave para asegurar la consistencia sedosa de la tarta.
5. Batir las Claras de Huevo
En un bol grande, bate las claras de huevo junto con el cremor tártaro hasta que la mezcla esté espumosa. Añade gradualmente el azúcar mientras continúas batiendo a alta velocidad hasta que se formen picos firmes y brillantes. Este proceso incorpora aire a las claras, lo que dará a la tarta su característica textura ligera.
6. Combinar las Mezclas
Incorpora suavemente las claras de huevo batidas a la mezcla de queso crema en tres partes. Utiliza una espátula para mezclar, haciendo movimientos envolventes y cuidadosos para evitar desinflar la mezcla. Esta integración cuidadosa es fundamental para mantener la ligereza de la tarta.
7. Hornear al Baño María
Vierte la masa en el molde preparado. Golpea suavemente el molde contra la mesa para eliminar cualquier burbuja de aire grande que pueda haberse formado. Coloca el molde dentro de una fuente para horno más grande y llena la fuente más grande con agua caliente, asegurándote de que el agua llegue aproximadamente a la mitad de los lados del molde para la tarta.
8. Hornear la Tarta
Hornea la tarta en el horno precalentado a 160 °C (320 °F) durante 60 minutos. Luego, reduce la temperatura a 150 °C (300 °F) y continúa horneando por 30 minutos más, o hasta que la parte superior esté dorada y la tarta esté cocida por completo. La tarta debe estar firme al tacto pero aún ligeramente temblorosa en el centro.
9. Enfriar la Tarta de Queso
Apaga el horno y deja la tarta de queso dentro con la puerta ligeramente entreabierta durante unos 15 minutos para que se enfríe gradualmente, lo cual ayuda a evitar que la tarta se agriete. Luego, retira la tarta del horno y deja que se enfríe completamente en el molde antes de desmoldar.
10. Servir la Tarta de Queso Japonesa
Una vez que la tarta esté completamente fría, retírala del molde y transfiérela a un plato para servir. Puedes espolvorear la parte superior con azúcar en polvo o dejarla simple para disfrutar de su textura y sabor puro. Corta en rebanadas y disfruta de esta tarta esponjosa y suave que se deshace en la boca.
Consejos Adicionales para la Mejor Tarta de Queso Japonesa
- Ingredientes a Temperatura Ambiente: Asegúrate de que el queso crema, la mantequilla y los huevos estén a temperatura ambiente antes de comenzar. Esto ayudará a crear una masa suave y sin grumos.
- Evita Grietas en la Superficie: Para evitar que la tarta se agriete, deja que se enfríe gradualmente en el horno después de hornear. No apresures este proceso.
- Consistencia Ideal: Si deseas una tarta más firme, puedes agregar unos minutos adicionales al tiempo de horneado, pero ten cuidado de no sobrecocinarla para mantener la textura característica.
Información Nutricional por Porción (8 porciones)
- Calorías: 250 kcal
- Grasas Totales: 15 g
- Grasas Saturadas: 8 g
- Colesterol: 145 mg
- Sodio: 150 mg
- Carbohidratos Totales: 22 g
- Fibra Dietética: 0 g
- Azúcares: 17 g
- Proteínas: 6 g
Esta receta de tarta de queso japonesa te brindará una delicia suave y esponjosa que encantará a todos tus invitados. Perfecta para ocasiones especiales o simplemente para consentirte en casa, esta tarta es un éxito garantizado. ¡Disfruta de cada bocado de esta maravilla japonesa!