El pastel de crema de naranja sin horno es un postre refrescante, perfecto para los días cálidos o para cualquier ocasión en la que desees un dulce con sabores cítricos y una textura cremosa. Este pastel combina una crujiente base de galleta con un suave y aireado relleno de crema de naranja, coronado con un glaseado brillante de jugo de naranja. Además, no requiere horneado, lo que lo convierte en una receta práctica y deliciosa.
Ingredientes
Para la base de galleta:
- 200 g de galletas de mantequilla o speculaas (puedes usar migas de galleta)
- 70 g de mantequilla derretida
Para el relleno cremoso:
- 2 paquetes de gelatina de limón (aproximadamente 20 g cada uno)
- 450 ml de jugo de naranja
- 120 ml de agua
- 150 g de azúcar (dividido: 125 g para el relleno, 25 g para el glaseado)
- 450 g de crema agria
- 400 ml de crema batida
- 1 naranja (ralladura y jugo)
Para el glaseado de naranja:
- 1 paquete de glaseado para pastel (aproximadamente 12 g)
- 250 ml de jugo de naranja
- 25 g de azúcar
Instrucciones Paso a Paso
Paso 1: Preparar la base de galleta
Comenzamos triturando las galletas de mantequilla o speculaas hasta obtener migas finas. Para hacerlo, puedes colocar las galletas en una bolsa con cierre hermético y aplastarlas con un rodillo.
Luego, derretimos 70 g de mantequilla y la mezclamos con las migas de galleta hasta obtener una textura similar a la arena húmeda. Esta mezcla la presionamos firmemente en la base de un molde desmontable de 26 cm de diámetro, asegurándonos de que quede uniforme y bien compactada usando el dorso de una cuchara o el fondo de un vaso.
Colocamos el molde en el refrigerador mientras preparamos el relleno cremoso.
Paso 2: Preparar la mezcla de gelatina
Preparamos la gelatina de limón siguiendo las instrucciones del paquete, pero ajustando las cantidades de líquido. Usamos 200 ml de jugo de naranja, 100 ml de agua y 125 g de azúcar.
Calentamos la mezcla a fuego medio, revolviendo constantemente hasta que la gelatina y el azúcar se disuelvan completamente. Luego retiramos del fuego y dejamos que la mezcla se enfríe un poco, asegurándonos de que no se solidifique antes de usarla.
Paso 3: Preparar el relleno cremoso
En un bol grande, mezclamos 450 g de crema agria con la ralladura y el jugo de una naranja. Poco a poco, vamos vertiendo la mezcla de gelatina de limón enfriada, removiendo constantemente para que se integre completamente con la crema agria.
Colocamos la mezcla en el refrigerador durante unos 30 minutos, o hasta que empiece a espesarse ligeramente.
Paso 4: Montar la crema
Mientras el relleno se enfría, batimos 400 ml de crema hasta obtener picos rígidos.
Una vez que la mezcla de gelatina y crema agria esté más espesa, incorporamos suavemente la crema batida, utilizando movimientos envolventes para mantener la textura ligera y aireada.
Vertemos esta mezcla cremosa sobre la base de galleta enfriada en el molde desmontable. Devolvemos el pastel al refrigerador y lo dejamos enfriar al menos 3 horas, o hasta que el relleno esté firme.
Paso 5: Preparar el glaseado de naranja
Para el glaseado, combinamos 1 paquete de glaseado para pastel con 250 ml de jugo de naranja y 25 g de azúcar en una cacerola. Calentamos a fuego medio, removiendo constantemente hasta que la mezcla hierva y espese ligeramente.
Retiramos del fuego y dejamos que el glaseado se enfríe un poco. Cuando aún esté lo suficientemente fluido como para verterse, lo vertemos cuidadosamente sobre el relleno cremoso del pastel.
Colocamos el pastel nuevamente en el refrigerador y lo dejamos reposar durante otros 30 minutos, hasta que el glaseado esté completamente asentado.
Paso 6: Servir y disfrutar
Una vez que el glaseado se haya asentado, retiramos el pastel del molde desmontable. Cortamos en porciones y servimos este refrescante pastel de crema de naranja sin horno bien frío.
¡Disfruta de los sabores cítricos y el contraste de la textura crujiente de la base de galleta con el relleno suave y cremoso!
Información Nutricional
- Porciones: 12
- Calorías por porción: 320 kcal
- Grasas: 18 g
- Carbohidratos: 37 g
- Proteínas: 5 g
Este pastel es una excelente opción para aquellos que buscan un postre sin complicaciones y sin necesidad de hornear. La frescura de la naranja, combinada con la suavidad de la crema agria y la crema batida, hace que este pastel sea una verdadera delicia, ideal para reuniones o como un capricho especial en cualquier momento. ¡Buen provecho!